Diferente no, raro

Hablaré hoy de mí. Propicio momento por varias razones. La primera porque llevo meses sin actualizar este blog, la segunda porque acaba el año 2009 y es una buena manera de despedirlo, y la tercera porque son casi las tres y media de la mañana, me he despertado, y lo primero que me viene a la cabeza es escribir sobre mí, cosa que me hace pensar que el título de este artículo me viene como anillo al dedo.

Me gusta ser raro, no diferente, sino raro. Me enorgullezco enormemente de sentirme así, y no sé por qué. Entre otras cosas no sé por qué, porque por una parte me da pena sentirme así. No sé si alguien me entenderá, posiblemente no, es todo muy complejo, contradictorio, pero es tan fácil de asimilar cuando te sientes como yo, que me va a ser imposible expresarlo.

Me he dado cuenta de que soy una persona que no suele encajar en ningún sitio, y la verdad, no me importa. Lo que me pregunto es si algún día me llegará a importar. Desde que abandoné el instituto he estado con varios grupos de gente. Pues bien, nunca encajé. Lo intenté, pero no lo conseguí. Tal vez sea mi naturaleza. Recuerdo con claridad un escrito que hice un día en la facultad. Un escrito que hablaba de esto mismo, de mi forma de ser. Lo redacté porque llevaba ya varios días de clase, con gente nueva, y todavía no había encajado con nadie. Con nadie. Tiene gracia. Fue terminar ese escrito, guardarlo en mi carpeta, y sentarse a mi lado el que en unos segundos se convertiría en mi primer "amigo" de facultad. Y entrecomillo la palabra amigo porque no es más que una forma de hablar. Luego tuve otros tres o cuatro más. Cinco "amigos" (forma de hablar) en tres años. Un poco triste, ¿no?

Tengo, y siempre he tenido, cierta tendencia a elegir y desechar, "elegir, y desechar". Lo hago de manera inconsciente, pero es inherente a mí. Cuando entro en un grupo tiendo a juntarme con ciertas personas. Todos estaréis pensando: "Pues bueno, como todo el mundo, siempre hay gente con la que congenias más". Pues no. Lo mío va más allá. Yo no siento ningún vínculo, nada en común. ¿Cómo es posible que haya "una" persona, y entrecomillo "una" porque no es más que una forma de hablar, por la que sientas simpatía y a la vez que perteneces a un mundo diferente al de ella? La gente de mi edad ya no se ríe de los "pardillos" como en el colegio. Ahora todo el mundo se lleva mejor o peor con unos o con otros, pero forman parte del mismo universo. Yo no.

Me siento como si el grupo en el que estoy fuera un puzzle, y yo fuera una de las piezas que lo conforma. El problema es que alguien la cagó y me metió en la caja equivocada. Soy una pieza más, pero de otro puzzle, por lo que no encaja en ningún sitio. Aunque lo intente.

Por supuesto, tengo mi grupo de amigos. Un grupo que me gusta denominar "sectario". Y digo lo de sectario porque nos cuesta hacernos comprender, no entra cualquiera, y también es difícil salir. Es el único sitio en el que me siento yo mismo.

La cosa es que antes me sentía mal. Llegaba, intentaba hablar con alguien, y nadie me daba importancia. No por su culpa, y lo digo de corazón, sino simplemente porque pertenezco a otro puzzle; y eso me hacía sentir mal. Ahora no. Ahora me da "igual". Me he dado cuenta de que no encajo y es absurdo intentarlo. Es más, cuando tienes que intentarlo, es porque algo no va bien. Y eso no quiere decir que vaya a ser borde, o que lo sean conmigo. Lo único que quiere decir, es que ni lo intento. Sonrío cuando debo, bromeo cuando puedo, y cuando termino vuelvo a mi secta.

¿Por qué las amigas de mi novia no me miran cuando salgo con ellas? ¿Por qué nadie del trabajo me pregunta si voy a ir a la cena de empresa? ¿Por qué desde el insituto no he hecho ni un sólo amigo? Vuelvo a decir que antes pensaba en estas cosas y me sentía mal. Ahora le he dado la vuelta a la tortilla y lo veo de otra forma. Me da igual que las amigas de mi novia no me miren porque no me caen bien, me da igual que alguien me pregunte si voy a la cena de empresa porque no voy a ir, y me da igual el no haber hecho ningún amigo desde el instituto porque si fue así es porque no merecían la pena, o mejor dicho, "no me merecían la pena".

Siempre me he considerado una persona "antisocial". Quizá sea un término excesivo, pero puede resultar útil para describirme. La gente tiene una capacidad, que desde mi punto de vista es asombrosa, de relacionarse. Mi novia hace amigos y amigas, y esto no lo entrecomillo, el primer día de clase, trabajo, o lo que sea. Qué fácil. Yo no. "Elegir, y desechar". Pero bueno, lo he asimilado. Ella tendrá cincuenta y siete millones de amigos, y yo quince. Eso sí, me sentiré bien estando con ellos. No tendré nada que fingir, ni sonreír cuando no me apetezca, ni pensar lo que voy a decir o hacer.

Nadie me comprende, posiblemente ni mis amigos. A pesar de todo lo escrito, no creo que pueda expresar todo lo que pasa en mi interior, pero bueno, lo he intentado. Pensarán que exagero, o quizá que me entienden, pero no lo creo. A mí me basta con que sigan siendo sectarios, o las piezas del puzzle correcto. Lo dicho, raro de cojones.
6 Responses
  1. Ángel Says:

    Recuérdame que deje de hablarte, despojo, ajajja.

    Un aplauso te mereces, eso sí, que no entre ningún amigo de Mayte al blog, jeje.

    Quizá eres un puzzle de esos fáciles para niños muy pequeños de pocas piezas.

    Todos somos más o menos así, aunque "forzamos" para no caer en lo antisocial y hablamos y hacemos algo de migas, pero es difícil todo lo que comentas, porque quizá yo (nosotros) seamos un poco así. Yo siempre me he considerado así y cuando comencé con vosotros fue un alivio, porque siempre creí que sería ese bicho raro de compleja adaptación en la sociedad.

    Otra cosa sería replantearse si serías tal cual o harías algo por socializarte en el caso de que tuvieras ese grupo de amigos y realmente te vieras solo.

    Como buen amigo y ser inadaptado que soy también, te dedico uno de nuestros cariñosos saludos despectivos con la cabeza: uee


  2. Vaentis Says:

    Me gusta formar parte de ese puzzle para niños:

    Se disfruta más, se aprende el concepto de "puzzle" y las 6 u 8 piezas que lo forman tienen mucha importancia.
    Sin embargo, con muchas piezas no mejora ese concepto de puzzle y todas pierden importancia.


  3. Anónimo Says:

    pues creeme, porque yo me siento igual que tú; parecía una redacción mia, me he sentido tan identificada contigo Víctor, me ha sorprendido bastante.
    Creo que yo soy otra pieza desperdigada en el olvido, esa pieza que nadie sabe de que puzle es, y que todo el mundo desecha,porque no se quieren calentar la cabeza por saber y conocer de donde procede dicha pieza.
    El poquito tiempo que llevo con vosotros en el grupo a sido lo mejor que me ha pasado en cuanto a amistad.
    Y puedo decir que soy feliz, pq veo que la única rara no soy yo, y que veo esa sinceridad que tanto anelé en un grupo d amigos, sin miedos a decir lo que verdaderamente sienten.
    Gracias por escribir en tu blog este tema Víc.
    un beso Jessi


  4. En fin Ángel, te doy la razón, espero que ningún amigo mio entre en el blog, y segundo, por vuestros comentarios me habeis hecho pensar que el puzzle en el que nosotros vivimos es aquel en el que las piezas estan sueltas, esos que no encajan pero que por huevish se juntan y ya no se pueden separar (oooo!! q potito)



  5. Denilworld Says:

    Compañero te entiendo me pasa igual, yo intente muuucho tiempo encajar en muchos lugares, con gente distinta hasta que un día me dije: alto por que tengo que actuar algo que no soy y mas aun que no siento solo por agradar caer bien a una sociedad que es tan imperfecta y rara como yo y de ahí cambie empece a hacer lo que siento lo que quiero y lo que puedo sin sentirme menos ni mas que nadie saludos!!